sábado, 10 de julio de 2010

La primera piedra

Tienes 43 años, la suerte de ser guapetona y has recuperado tu vida afectiva después de quedar viuda. Podría ser el comienzo de una historia de lo más normal que me contaras contenta echando unas cervezas.

Pero es que vives en Irán.

Y un hombre que no conoces de nada te ha denunciado, mujer. Porque dice que ya mantenías esa relación cuando tu marido estaba vivo. Tú juras que no es cierto y no entiendes nada porque te juzgan en un idioma que no conoces. Que te calles, que tres amigos del denunciante lo respaldan y eso es ley. Y cuando digo ley, me refiero al Código penal de la República Islámica, donde se detalla que cuatro tíos diciendo que sí ya valen para condenarte a muerte.
- A muerte?!

Pues sí. Unos eruditos han interpretado la sharía -ley islámica- como les ha salido de la polla (a ver si os íbais a pensar que dejaron opinar a alguna vagina) y han decidido que el adulterio merecía la muerte por lapidación. Detallando cuidadosamente que deben arrojarse piedras no tan grandes como para matar rápido -qué gracia tendría?- ni tan pequeñas como para no hacer daño. Os ha quedado claro? Pues manos a la obra.
Pero antes, unos latigazos.
- Latigazos?!
- Sí, cien.
- No, por favor!!!
- De acuerdo, miserable adúltera, seremos magnánimos. Noventa y nueve.

Tu abogado está enloqueciendo de terror, ya no sabe a quién pedir justicia y ha colgado el caso en su blog. Amnistía Internacional se ha hecho eco y ha habilitado una petición popular para que les digamos a los dirigentes de tu país lo que pensamos de la ley islámica.
Los medios dicen que "hay un alzamiento internacional pidiendo tu perdón".
Canturreando cree que no hay que perdonarte. Perdonarte qué. Hay que coger la ley de tu país y prenderle fuego.

Ante tal avalancha de indignación, han decidido no lapidarte.
No, espera, que han decidido que mejor te ahorcan.

Shakine Mohammadí Ahstiani

Ahora, lector/a, relájate. En realidad no eres ella. Estás en tu casa, con tu ordenador, con una vida afectiva que tú has elegido y que puedes cambiar en el momento que te plazca. Tienes un sistema judicial más o menos correcto y esa persona a la que no haces caso y es un/a desequilibrado/a, lo más que va a hacerte es pincharte las ruedas del coche.

Pero podías haber sido ella. Así que, por lo menos, echa una firmita. A ver si pasamos del ahorcamiento a la simple cadena perpetua.

En Somalia, Nigeria, Indonesia e Irán se sigue practicando la lapidación. Normalmente son mujeres. Casi la mitad son víctimas de violación que denuncian a sus agresores. Sólo en Iran se lleva a cabo algún tipo de juicio. Pero ya os he explicado lo de los cuatro desconocidos diciendo que sí, verdad?

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