viernes, 28 de marzo de 2014

Cientos de pequeños corazones

Te imaginas que nuestros corazones. Se pudieran oír.
Que cada cual sonara ligeramente diferente como suena nuestra voz.
Y al acercarte a alguien reconocieras un latido. ¿Estás ahí? Oigo tu corazón.
Y de pronto te sincronizas con alguien. Y de pronto alguien se acelera al acercarse a ti.
Y al darte un abrazo, y al quedar abrazados, pudieras concentrarte en ese sonido.
Te imaginas el corazón de tu madre. Te imaginas el latir cansado de la gente mayor y el coro batiente de un patio de escuela. Te imaginas el reposado sonido de tu amor durmiendo a tu lado. Pum. Pum. Todo está bien.
El latir del enemigo, el acelerado redoble de quien va a robar una vida y a crear un silencio atroz. El primer sonido en tus hijos que ya será para siempre. Tu perro al acercarse corriendo a ti. Pum pum. El contacto, el roce con ese alguien y las manos sobre el pecho para amortiguar lo que ya sabe. La persona que no conoces y con quien compartes el ascensor ahora. Puedes oír su corazón. Puedes dejar la mente en blanco y escuchar su corazón unos instantes. No sabes su nombre. Pero sabes cuánto existe.
Tu corazón, ese sonido que sólo eres tú y que te confirma aquí y que es un ahora. Y al sumergirte en el mar, se une a cientos de pequeños corazones lejanos.
Te imaginas que de pronto. Se dejasen de oir.
Sería insoportable.


Y, sin darte cuenta, tu respiración se ha sincronizado con el latir de este texto.
Algo es algo.
Estamos salvados.





miércoles, 5 de marzo de 2014

Príncipes ignotos, poned la jeta.

M: Vale, lo dijimos, vamos a desquiciarnos y a darle lo suyo a Puccini. ¡A Puccini! ¡que no puede defenderse! Porque como pudiera, en fin, esto es un BANCO DE PRUEBAS y un BAR ADENTRO y seguramente una cagada, pero nos hemos despertau rumbosos. No odiáis un poco a los grupos de tres que ponen tantas exclamaciones?
- Nos gustan!
Magnífico entonces, vamos. Yo sólo me encargaba de la introducción. Con todos ustedes (Con TODOS! qué soberbia da la ignorancia): Marnie y Ernesto! Sí! Donde M es de Maria, E de Ernesto y donde dice Marnie, es ella!

E: Sólo Ernesto. Marnie de momento dice nonono, no me jodáis a estas horas de la madrugada.
Entendéis de qué os hablo si os digo vamos a ver qué quiere decirnos el Nessun dorma, no?
Vamos a poner un vídeo aquí, que no sé cómo vais de melomanía, gente mierda.



Vale, aquí Pavarotti en el papel de príncipe. Os habréis dado cuenta de que dice esto (de ópera mal pero de italiano bien, eh jodidos?):

Il principe ignoto
Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o Principessa,
Nella tua fredda stanza
Guardi le stelle
Che tremano d'amore e di speranza.
Ma il mio mistero è chiuso in me,
Il nome mio nessun saprà!, no, no
Sulla tua bocca lo dirò!...
     Quando la luce splenderà,
     Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
Che ti fa mia!...
Voci di donne
Il nome suo nessun saprà...
E noi dovremo, ahimè, morir, morir!...
Il principe ignoto
Dilegua, o notte!... Tramontate, stelle! Tramontate, stelle!...
All'alba vincerò!
vincerò! vincerò!

M: Ernesto, a mí ahora me da pereza. Esto es muy bonito.
E: Eso lo sabíamos antes de empezar, dijimos si quieres chuletas no te enamores del cordero o alguna mierda así.
M: Yo me desmarco con lágrimas de emoción, no sé tú.

E: Entendido. Es un príncipe -Calaf- que reta a una princesa muy mala -Turandot- a averiguar su nombre antes del alba (bueno, como ese otro del cuento) y si no lo hace, se casa con él. Si lo hace, él muere. En esta escena él está muy arriba. Y a la mierda, yo con gente como vosotras dos no trabajo más.
M: Eso no ha sido muy destructivo, aquí hay conceptos que telita con Puccin...
E: ¡A la mierda!


Y así concluye otro bonito Banco de pruebas, con Ernesto enfadado, Marnie gestionando su resaca, servidora sintiéndose culpable por ser tan sensible a la belleza y el príncipe crecido aunque ignoto a estas alturas del verano austral.


Marnie: Eso del final es un Do de pecho o un do5 sobreagudo, según quén te lo cuente. Voy a resarcirme de mi penosa de intervención colgando la aria de los 9 do de pecho, Pour mon âme, Juan Diego Flórez. 





Gracias, Marnie, a veces parece que no estás y justo ahí, pum, aportas algo relevante o alguna mierda que se te ocurre y que cierra muy bien. 
Al tema. Hemos escrito 4 veces MIERDA en una entrada dedicada a la ópera, una de ellas refiriéndonos al amable público al que también llamamos jodido. Y luego que no entendemos por qué no somos decisivos en la blogsfera. Nenes... Así no, eh? Así. No.

domingo, 2 de marzo de 2014

Aquí, perdiendo el tiempo.

Sin entrar mucho en detalles os diré que llego a casa a las 10 de la mañana, salí ayer a las 7:30 am, lo que nos arroja la bonita cifra de unas 28 horas sin dormir. Por motivos laborales, no soy Marnie en una de sus apoteosis jägerianas. En estos momentos, al menos.
Me llama una amiga.
- ¿Qué vas a hacer hoy?
- Em. Nada. Sofá, libro, peli, siesta, ya sabes.
- ¡Pero tía! ¿Tú has visto qué día y qué nieve? Vamos a esquiar, muévete.
- No puedo pensar, hacerme un té está resultando harto complejo, imagínate esquiar. Si quieres mañ...
- ¡Vale! Te vas a quedar en casa perdiendo el tiempo, no?

A ver. Ansios@s de mierda, fanátic@s de la acción física, mamones y mamonas tocapelotas que creéis que el tiempo sólo puntúa si lo llenáis de espacios abiertos: Que os jodan!
No cabe en la cabeza de la gente que se puede encontrar un enorme placer estando en el sofá con tu libro, tu gato, tu mantita. O merodeando por casa, joder, pago por esta casa, tendré que aprovecharla! Da igual si he dormido o no, hay días que me apetece el recogimiento.
- Qué vas a hacer hoy?
- Ni una mierda.
Me refiero a ni una mierda dentro de sus estándares. Y no es tiempo perdido, son momentos ganados para escribir, para sentarme en la terraza y redecorar la casa con la mente, para pensar en gente que me gusta, para canturrear bajito por los pasillos y hasta para aporrear el cajón flamenco decididamente mal. A veces tengo que estudiar, a veces me apetece silbar éxitos de los ochenta, yo qué sé.
Me cago en el concepto “quedarse en casa sin hacer nada”. Yo hago un montón de cosas!

La naturaleza está ahí, en la puerta. Entiendo que si trabajáis de lunes a viernes en una ciudad, el fin de semana os parezca algo muy loco y queráis petarla, pero la realidad laboral de algunas personas es otra. Dejadnos en paz. Id a sacudir monjes tibetanos con vuestros gritos perversos.
- ¡Eh, monjes! Levantad el culo, lleváis to’l puto día sentaos, vamos a hacer algo divertido, no?

Yo viajo. Un montón. Pero parece ser que hasta eso hago mal.
- ¿Has estado en París?
- De ahí vengo. (No, no es un juego de palabras, no estoy para brillanteces, me perdonáis)
- ¡¿Has subido a la Tour Eiffel?!
- Ni me he acercau.
- ¡Pero coño!
Pues así siempre. Parece ser que hay un estricto código de diversión aprobado por la OMS y que yo desconozco. Porque callejear por les quartiers empapándote de ciudad se considera una pérdida de tiempo.

Yo hago deporte. Un mont... Bastante. Algo. Depende de la escala. Pero eso tampoco lo hago bien.
- Han acabado las obras del refugio de X, ¿vamos?
- Estuve ayer. Muy bonito.
- ¡Anda que avisas!
- Trabajabas.
- ¡Anda que avisas!
- Pero si tú...
- ¡Podrías avisar!
- Cuidado, vamos a entrar en un bucle del que sólo se sale a hostias.

Ir sola a los sitios tampoco entra en los planes estandarizados de la OMS.

- ¿Has hecho el Camino de Santiago?
- Hace unos años.
- ¿Con los del club?
- Sola, nadie tenía esas fechas libr...
- ¡¿Sola?! ¿Y con quién hablabas?
- No, en realidad el primer día ya me hice un grupo y siempr..
- ¡¿Sola?!
- No, te decía que conocí a unos vascos y una madrileña y una familia de Brasil y un coreano, éramos ocho y lo pasamos genial y seguimos todos en contac...
- ¿Pero dices sin los del club?
- Te voy a contar algo sobre cierto bucle.

No os hagáis una mala imagen. Tengo un huevo de amig@s que me conocen, me toleran y me quieren como soy. A veces son de fuera, voy a sus casas, me entregan unas llaves y jamás me dicen qué hay que ver en esa ciudad. Los quiero por eso. Y mis amigas de toda la puta vida a las que jamás se les ocurriría llamarme después de un día como el de ayer aunque haga un día como el de hoy.

¡Pero siempre hay tocapelotas frenétic@s de actividad que venga, venga, mueve el culo, sal y haz algo, qué haces en casa, planchar?, te paso a buscar en diez minutos y vamos a...

Estoy agotada... Buenas noches.

NUNCA EL TIEMPO ES PERDIDO
Manolo García
Temazo

Por cierto ¿alguien lee estas cosas? O estoy aquí jodida de sueño perdiendo el tiempo?