jueves, 12 de noviembre de 2009

Purpúrea injusticia

NO LO ENTIENDO! O sea, que yo siendo despedida por escribir contra la iglesia, llamando ratas voladoras a los obispos, cagándome en sotz cada vez que Rouco abre esa boca y a mí no se me excomulga ni a la de tres. Llegan los políticos y, con su votito a la ley del aborto, tatachán, tachados de la lista de socios. Injusto. Injusto! Qué significa este trato de favor a los políticos? trajes, relojes, excomuniones, que se lo curren como una servidora!
Qué más hay que hacer? apostatar me ha sido denegado, he pensado en abortar, pero ahora llega el listo de Martínez Camino y que no, que mi sucia mancha púrpura quedará limpia como la nieve. Qué tengo que hacer, llamar Satán a mi hijo? Ir yo misma a donde, con toda pompa, fui tan extrañamente bautizada a tacharme del libro?

Creo que nunca lo he contado, me bautizaron con el traje típico aranés que me lucía con todo su brillo porque yo ya tenía dos años y fui con mis zuecos y mi capucha andandito a la iglesia. Mi madrina fue Marujita Díaz, un ser extraño del que no he vuelto a saber, a veces la veo en la tele y me avergüenzo. Ni de mi padrino, un peletero gay de mucha solera al que sí me hubiera gustado conocer algo más para pedirle, de forma armada, que dejara de torturar animalitos.
Ni siquiera me tiraron el agua porque a la que la toqué y constaté que estaba fría no hubo modo. Y por más que le pedía tíbia a aquel extraño peluquero con sotana, no hubo manera.
Pues con agua fría le lavas el peinado a quién yo te diga.



Profusión de brillos, zorros plateados, niña asilvestrada con zuecos en punta y gritos de Agua pía no! Agua pía no! Agua pía, claro, si ya sabía yo lo que decía.
Creo que les voy a exponer a los curas estos hechos. Son incontestables, aquello ni fue un bautizo ni fué na.

O me afilio al PNV que creo que van a votar a favor.

Qué mierda les importará si me voy.