Con dos cojones. Paso de la risa a la consternación a intervalos. Pero al final me quedo con la admiración. Cómo se puede tener tanta jeta y tan bien llevada? Aclaremos el asunto.
Benedicto XVI inauguró hace unos días una fuente en los jardines vaticanos. Cosa sencilla. Dos estanques, palmera, cuatro bajorrelieves en bronce tonalité, blasón del santo pater... Lo normal. Dedicado a San José porque se llama como él, Joseph. Megalomanía? que va! Y tiene el arrojazo de largarse el siguiente farol:
Esta "bella fuente dedicada a José constituye un simbólico llamado a los valores de la simplicidad y la humildad en la realización cotidiana de la voluntad de Dios, valores que caracterizaron la vida silenciosa, pero preciosa, del Custodio del Redentor"
Vale. Hemos tomado nota de los valores de simplicidad y humildad? Pues cada mochuelo a su olivo que tengo que hacer las maletas para pirarme a mi humilde y sencilla villa de Castel Gandolfo.
Le habéis echado una vista a la villa palaciega? No? Asomarse.
- Pero esto es Italia? Porque ni me imagino lo que pagarán a la Hacienda Pública por semejante villorrio...
- No, no, es extraterritorial. Mussolini ya se ocupó de esas pequeñeces y otros acondicionamientos posteriores. Todo en favor de la salvación de su alma.
- Pues en la web de la Santa Sede no lo dice.
- Como para irlo contando, chato.
Así que simplicidad, eh, Benedicto? Como San José, que creo que también veraneaba en un palacio con helipuerto y un staff de sesenta personas para podarle los setos, biblioteca, 14 kms2 de parcela, dos observatorios, ni te dicen las habitaciones... Vamos, perfectamente plasmado el ejemplo, jefe. Hablo de la pinacoteca? Ni falta que hace, verdad? Si continuáis teniendo estómago, vosotros mismos, ahí se detalla.

- Eso del fondo no será...?
- Es. Es.
En fin, admiración.