sábado, 13 de marzo de 2010

Llaves. Una entrada con abrazo.

- Necesitaría
Y ya tenía dos llaves en mano. Me ofrecía una isla o una ciudad pequeña. Los amigos olfatean esa necesidad de huir mucho antes que yo. Se me pone cara de qué hago aquí pudiendo estar en cualquier sitio. Los amigos y sus casas por el mundo han sido una constante de aireación desde los dieciocho. Salía de clase, recogía las llaves, abrazaba fuerte y habitaba sus espacios, sus segundas residencias, sus buhardillas apenas acondicionadas, daba igual. Ponían sus casas en mis manos, eso era lo grandioso. Me confiaban sus rincones, sus camas, sus platos.
- Qué va, si conozco yo un hotelito que
- Nononono. Toma. Vete.
Cuando tenga una casa grande va a estar llena de gente entrando y saliendo. En estos momentos, para que entre alguien tengo yo que salir. Avec plaisir, mi casa es vuestra.

Una isla tranquila, un vecino que compuso lo de enmig de la mar, un billete barato. O una ciudad nueva, muralla, catedral, biblioteca de la universidad por si quieres. Yo no sé cómo voy a devolver esto, pequeños patrocinadores, modernos mecenas. Herederos se gestó en rincones ajenos, en masías, en cortijos desvencijados, en terrazas al mar.
Cuando vives en un lugar tan igual siempre, necesitas favores geográficos.


Aquí tienes las llaves, aparcas la góndola en la plaza libre y au.


Lo malo es que se espera que te sirvan de algo. Creen en mí bastante más que yo misma. Pero vamos, que siempre me acaban pasando, como mínimo, cosas. Caras nuevas, diarios locales, bares pequeños, paisajes grandes. Ciudades. Escenarios. Localizaciones.

Así que creo que la ciudad. Le voy a decir que la ciudad. Citosfílica que es una. Igual es la de alguno de vosotros. Si me veis en la escalera de la catedral con un cigarro y una estúpida sonrisa, me saludáis.

Qué suerte de amigos, coño. Tendré que devolverles algo bonito y creo que cada día escribo peor. A ver si me paso a la acuarela o a la plastilina o al cajón flamenco o...
- Has escrito algo?
- No, pero te traigo un ornitorrinco amarillo y te he compuesto esta rumbilla en solo de cajón. Dame palmas.

Qué va a ser de mí.

8 comentarios:

Maria dijo...

La ciudad es mucho más bonita de lo que cabría esperar. Me han instalado en un lugar indescriptible cuya biblioteca es más grande que mi casa. Hoy he estado leyendo a Sallinger desde un mirador al mundo a los pies de la cama. En el bar tienen wifi y me dejan escojer los sugus morados. Llevo a penas un día y la historia de Kim está casi acabada. Me gusta tanto que sonrío por la calle. Vuelvo a escribir en papel y me acaban de traer un plato de jamoncito.

Don't stop me now.

arael dijo...

Favores geográficos. Que bonito.. Te iba a decir que te veía en la ciudad, por aquello de la biblio. Te veo devorando libros, haciendo agujeros en el suelo en busca de las aventuras a lo Indi Marie Jones.

Historia de Kim..historia de Klimt. Ya nos ilustrarás.

Que aproveche ese jamón. Espera que te enviamos unos barquillos (ten cuidado que te van a mirar mucho si te ríes a carcajadas).

No te pares, a seguir escribiendo, paseando, leyendo..y disparando esa cámara ;)

Mxx

Maria dijo...

Hoy me he perdido. Iba al cine y he acabado diosabedónde. Así que me he hecho un piercing -otro, sí, qué escándalo, mamá- y he entrado a una librería pequeña a preguntar. A lo loco, porque ya me dijeron en la que me recomendó mi patrocinador que no lo iba a encontrar. Y lo tenían. Lo tengo. El Jesús de Pagola. La edición anterior al OBSTAT del Vaticano. Es un libro que el Vaticano ha retirado. Lo tengo delante de mí. He pedido una copa de Luis Cañas con el jamón, ocasión merece.

Van a tener que arrancarme de esta ciudad.

Maria dijo...

Jamón y barquillos??!! No tienes sentimientos...

Kim, Klimt, no lo había visto. Pero si quieres entrar alguna referencia estética, estamos a tiempo. Aunque después de lo de los barquillos no sé yo...

Todo es fotografiable, Mai, te ibas a hinchar. Por eso no voy a hacer ni una sola foto. Me hace sentir turista. Y voy de habitante, ya sabes.

Muxuxus!

Lola dijo...

Te tengo a mi lado y te escribo a lo lejos.

Pero quién podría negarte a ti el uso d nada??? esa isla gana con solo verte caminar por sus calles, disfruta viéndote sonreir tímidamente y te vigila cuando duermes. K mas se le puede pedir a nadie que no pide nada??

Maria dijo...

Cuando te pones, te pones, Jawer...

(hay gente que no me deja usar cosas, hermana. Jejejeje, diría... Bueno, que me da la risa. Con el buen uso que les daría... Jejejejeje... Ay qué tontos...)

Pásate más a menudo, anda.

Anónimo dijo...

Ahora me doy cuenta que este viaje no te sirvió de nada. Has vuelto a caer...

Maria dijo...

Es que el Jäger es muy adictivo. Ya le dije a mi familia que se dejara de experimentar y me llevaran a una clínica buena. Pues no. Y aquí me tienes, botella en mano que desdequeamanecemeapetece. Vive le LSJ!!!

(no entiendo)