domingo, 28 de noviembre de 2010

Tomar parte

Los antiguos amigos de sus padres tenían tres hijos, vivían lejos, en la playa. Ella salía con el mayor de forma apasionadamente intermitente. El salir era cosa de ella, la intermitencia de él. Amigos, beneplácitos paternos y maternos más o menos sorprendidos, varios veranos hasta que ella prueba su primer alucinógeno y en el centro de la plaza en plena fiesta mayor decide que ah, sí? ahora vas a morder el polvo. Y ante la mirada de amigos, años, incredulidades y hermano mayor, se lía con el pequeño. Mayor se lleva aparte a pequeño, que al rato vuelve a ella y le dice que no se preocupe, que al principio costará pero que él se lo contará a sus padres y todo irá bien con el tiempo.
Lo que ignora pequeño es que ella se va a ir en dos días dejándole con todo el marrón. Lo que sabe y asume es que todo el mundo les va a retirar la palabra al día siguiente. Ella sabe lo primero pero ignora lo segundo dentro de su globo maravilloso de satisfactoria venganza.
Así que nos queda mayor, amigos y familiares comprendidos en un rango que va del alucine al odio pasando necesariamente por el desprecio, a menor blandiendo solito la esperanza y la heroicidad y a ella con un pedo como un General sin conciencia alguna del golpe de timón.
Servidora de ustedes contemplativa-no invasiva tomando discreta parte por uno de los tres y no voy a decir quién ni por qué.

Cómo se resuelve. Con el tiempo, mayor -y tiempo son cinco años- perdona, ella, mucho después de dar poco la cara y acabar por abandonar a pequeño a su suerte, se enamora de él, que ya no vive allí y que contesta de mala gana los correos inflamados, hasta el día que deja de hacerlo.

Entonces ella. Que ayer, después de cinco años, casualmente embarazada y merecidamente triste, recibe una llamada. Nunca dejé de pensar en ti [...] al principio será difícil [...] pero vente a...


Un profesor mío dijo una vez "Si crees que tu vida va a ser lineal, estás jodido". No sabía que aconsejarla, así que ha tenido que bastar.

Sus errores son suyos, pero el blog es mío, voy a acabar yo la historia. Pequeño encuentra a chica maravillosa. Ella es infeliz. Mayor se mea de risa. Chica maravillosa soy yo. Aunque en realidad soy Mayor. Que no es incompatible con ser ella. Bueno, sí lo es. Así que soy el discreto hermano mediano. El único que no puedo ser es pequeño. Imposible. Demasiado texto.

Y forzosamente acaba así.
Música para los créditos.

2 comentarios:

Lola dijo...

Joder, me he liao!! pensaba que sabía perfectamente lo que estaba leyendo pero me he dado cuenta que no!
Otro canturreo será...

Maria dijo...

No, no, sí que es.