domingo, 26 de diciembre de 2010

Literariamente


Sinceramente, he dejado de escribir. Así que cierta inercia maligna me ha rotado, clac, una posición a la derecha. De pronto me he dado cuenta -pero qué cojones...- que la ficción literaria había trascendido a mi propia historia, sí, un cambio dimensional muy extraño. Conviertiéndome en un personaje.

Alguien anda escribiendo mi guión. Alguien cursi, inglés decimonónico o anterior, puede que incluso Lizzie Bennet en sus asuetos burgueses esté dándole a la pluma con mi vida.


Esto es lo más parecido a lo que A. llamaría "vivir literariamente". Creo que existe un centro mundial, ministerio, despachito, donde estamos censados los que más o menos. Así que si abandonas tu empleo entras en una lista de parados y, esto no es España, más bien la Inglaterra cameronense, cuando sale una plaza te la quedas. De lo que sea. Así que el hecho de dejar de escribir creó una vacante y la cubrieron con un personaje que se sentía creativo. Y si A, B. Y así me tengo que ver. En las manos de vaya usted a saber quién.

Para ser justos, no escribe mal. Pero está un poco borracho/a de acción. Apresura, balancea, deja entrever. No sé si ha pensado en el siguiente capítulo, me da miedo este inicio expuesto.

Pero la Bennet me da confianza, ojalá sea ella. Quizá Ada. La mía, no la de Nabokov. Qué escándalo.

Mi vida ahora mismo tiene toda la estructura de un guión. Así que os lo voy a ahorrar.


MENSAJE PARA LA PERSONA QUE ESCRIBE:
Gracias. Es muy bonito y resultón.
Los finales trágicos no se llevan y están muy mal vistos. Apártate de ellos.
No me mates, eso sería muy raro.
Si te quedas sin ideas, introduce un golpe de suerte de vez en cuando. Y, como decía mi padre, no dejes de escribir.
Yo no le hice caso. Pero ahora tú eres yo.
Y no juegues, por favor, estoy viva. Me puedes oir? SOY DE VERDAD! ME ESTÁ PASANDO LO QUE ESCRIBES!

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